Capitulo: buscando lo que quieres + Regla de los 3 segundos
Hoy empieza en corrosivo una serie que se llama Los
fundamentos de aperturas. Es una serie donde explicamos paso a paso un proceso
de acercamiento, atracción y ligue. En esta serie tendrás un programa, paso a
paso, para vencer las barreras y conocer diversas estrategias para tener éxito
en tus citas y salidas, si vas a la calle, o si abordas un grupo. Manos a la
obra.
Déjame preguntarte: ¿Qué mujer es la que buscas? Si no
sabes lo que deseas muy seguramente no tendrás nada. O peor aún: te verás
obligado a que otros factores decidan por ti, y me refiero a factores como la
soledad, o la necesidad.
¿Quieres un plan de una noche? ¿Quieres una novia?
¿Estás pensando en encontrar esposa? ¿Quieres una morena, una rubia? ¿Te gustan
flacas, caderonas? ¿Quieres una mujer que fuma? El asunto es: si sabes qué es
lo que quieres te puedes disponer mejor para convertirte en el objeto del deseo
de ese tipo de mujer. En primer lugar porque serás capaz de enfocarte y
eliminar cualquier distracción, podrás empezar a ser selectivo y no
simplemente, como muchos hombres necesitados, hacerle buena cara a lo primero
que le aparece y le pone un poco de atención.
Por ejemplo, digamos que quieres una mujer candidata
para ser tu esposa, ¿perderías tu tiempo, tu dinero y tu esfuerzo lanzándote
sobre una mujer fiestera que sólo piensa en salir cada noche, vestirse sexy y
que sólo está en su casa para bañarse y cambiarse la ropa? Seguramente no,
¿verdad? Por el contrario, buscarás una mujer que esté asentada, que ya haya
pasado por esa etapa y esté pensando en estabilidad.
Una vez empieces a tener claro qué es lo que buscas,
pregúntate en qué lugar puedes encontrar ese tipo de mujer. Esto es muy
importante: diferentes lugares atraen diferentes tipos de mujeres. Dependiendo
a dónde vayas encontrarás diferentes categorías de mujeres. Por ejemplo si
buscas una mujer intelectual, aunque pudieras encontrarla en un club nocturno,
sería más probable que no te distrajeras tanto en un museo, el café, una
galería de arte, una reunión en tu facultad. No quiero decir que descartes a
una mujer porque la conoces en el sitio equivocado, simplemente a dónde vayas
enfócate.
El tiempo es oro, y no vale la pena gastarlo en
lugares donde no vas a encontrar mujeres que te gustan. Seamos prácticos: No
todos los tipos de mujeres son para ti, así como tú no eres el tipo ideal para
todas las mujeres. Así que especialízate.
A continuación es importante que repases la manera en
que te presentarás. Recuerda que dependiendo de la manera en que te presente
atraerás cierto tipo de mujeres. Y acá no me refiero a si eres bien parecido o
no lo eres tanto. Me refiero a que trabajes en las cosas que tienes BAJO
CONTROL, es decir, tu vestuario, tus zapatos, tu peso, tu cabello y apariencia
en general.
Imagina que te gustan las mujeres fiesteras, ¿irías
tras de una mujer fiestera vistiendo una camisa a cuadros de manga corta, un
chaleco de lana, unos pantalones de pinzas, unos mocasines, peinado con raya a
la mitad y gafas? ¿Verdad que no? ¿Cierto que una mujer así saldría espantada
ante un pretendiente semejante por más que diga que aplica los conocimientos
que ha adquirido en corrosivo? No es un ejemplo más, lo he visto, he visto
hombres ilusionados con mujeres fuera de su alcance, y te cuento: los polos
opuestos se atraen, y las personas opuestas terminan siendo conocidos
amigables. Deja de creer como piensa el sentido común. En cambio si fumas,
tienes tatuajes, conoces de música electrónica, vistes con tenis viejos, jeans
y camiseta, seguro estarás en el radar de esa misma mujer. Y tú, amigo del
chalequito: búscate a una mujer de tu estilo, no pierdas más tú tiempo ni
aumentes tu inmensa miopía.
Ahora que has pensado en una imagen empieza a
cultivarla y a formar un estilo de vida de acuerdo a esa imagen. Por favor, no
vayas en contra de tu naturaleza, si escuchas música clásica y ves cine arte
francés no dejes de hacerlo, sigue cultivando tus cosas y tu mundo, simplemente
desarrolla un estilo de vida que apasione a mujeres potenciales a participar y
compartir en ese mundo que has creado. Se auténtico, pero a la vez, una persona
que sea atractiva para el sexo opuesto. Si tienes hábitos o cosas que no
resultan atractivas y son más bien excéntricas, por favor revísalas y empieza a
trabajar en cambiar.
Ahora bien cuando sabes qué quieres, y te has
dispuesto para atraer eso que quieres, es necesario trabajar en algo más: EL
MIEDO AL ACERCAMIENTO.
He visto muchos hombres paralizados ante una mujer. No
saben qué decir para empezar a interactuar con ella. Muchos de ellos trabajan
en su mente, escuchando atentamente su miedo al rechazo. Por un momento sus
mentes se convierten en una central de operaciones de miedos, recuerdos de
experiencias pasadas y excusas.
Los maestros
tienen algo para eso. Se llama la regla de los tres segundos.
Esta regla dice que tienes tres segundos a partir del
momento en que ves a una mujer y el momento de entrar en acción. Si dejas pasar
más de tres segundos estás vencido, tu mente empezará a trabajar y a sabotear
tus oportunidades de ser efectivo, de tener confianza y, sobre todo, no te
dejará atreverte y dar el paso.
Seguro que has tenido diálogos mentales como este: “No
tiene caso, obviamente ella no está interesada, debe tener novio, o debe
esperar a hombres más apuestos que yo, mejor sigo sentado acá, no quiero hacer
el ridículo.”
La regla de los tres segundos también es importante
para las mujeres. Ellas tienen en su cabeza un radar que les ayuda a detectar
cualquier hombre que las esté mirando, no importa si ese hombre está a sus
espaldas o detrás de una pared. Si te demoras más de tres segundos pensando si
deberías, si serás inoportuno… si… si…. Ella sentirá tu inseguridad o pensará
que eres un pesado más que lleva mucho tiempo mirándola
La próxima vez que sientas que debes acercarse a una
mujer, no le preguntes a tu mente por las cosas que podrían salir mal, sino por
las cosas que podrían salir bien. Cuenta hasta tres y ve por ella.
Escrito A.Bonilla
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