El arte de la estrategia Seducción Femenina
capitulo uno
Ligoteo fácil.
¿Por qué la vida es tan injusta? Unas seducen casi sin proponérselo y otras tienen que
Recurrir a las estrategias más insospechadas para ligarse a ese chico que les hace
Palpitar. Tanto si eres de las primeras como de las segundas no te va a hacer ningún mal, orejear estas sugerencias. Si las pones en práctica y sales sola del antro de moda, será porque tú lo has decidido.
Seducir es un arte complicadísimo. Y, como en la mayoría de disciplinas artísticas,
Puedes confiar en ese don natural que la madre naturaleza puso en algunas personas.
Pero si no te sientes privilegiada por ese duende, geniecillo de la seducción, no
Desesperes. Numerosos artistas han rechazado las musas y han confiado en las
Técnicas que se aprenden practicando. Te proponemos unas sencillísimas sugerencias
Para ligar. Claro que aquí sólo sentamos algunas bases teóricas, la práctica (que es lo
fundamental) es cosa tuya.
Ligar es sinónimo de divertirse. Entra en los boliches, discotecas o en cualquiera de los sitios en los que quieras ligar con una amplísima y sincera sonrisa.
Adéntrate en la noche despejando cualquier indicio de tristeza o melancolía.
Proclamar a los cuatro vientos tus penas y tus angustias puede frenar al hombre más motivado.
Hay algunos temas tabúes en la primera conversación con un desconocido: el sexo y el dinero. Aunque pueda parecer contradictorio, evidenciar que lo que buscas es una aventura inmediata puede llegar a romper el embrujo del momento. Puedes jugar al equívoco y ser esquiva con el tema. Respecto al dinero, es imposible seducir a un hombre presumiendo de tu fantástica situación laboral y económica o lamentándote de tu escasa fortuna.
Tienes que dar pistas e indicios. Si acudes a un antro con un grupito de amigas, hablas y bailas sólo con ellas, todo el mundo pensará que no estás interesada en conocer gente nueva. No se trata de que te quedes desamparada en la barra del bar, sino de que de vez en cuando dejes claro que, aunque no estás sola, buscas compañía.
Explora el antro y detente cuando encuentres a una posible presa. Empieza ahora el juego de miraditas, sonrisas, bailes y contoneos sensuales.
Y si no surte efecto... ¿qué haces esperando que él dé el paso? ¿Y si es un tímido
sin remedio? Pónselo fácil. Acércate y háblale. Si intuyes que está un pelín impresionado por tu atrevimiento, no seas demasiado brusca. ¡Puedes asustarlo!
Dos es el número ideal para ligar. Lo mejor es acudir al antro de moda con una amiga: dos chicas solas en mitad de la noche ya es un buen reclamo.
No desesperes, no te obsesiones y sé selectiva. Has salido esta noche para ligarte un hombre impresionante y no estás teniendo demasiado éxito. ¡No pasa nada!
Ensayo y error: este es el argumento de la mayoría de experimentos científicos y, en el ligoteo también debe aplicarse. Hoy lo pruebas y falla, pero... ¿vas a rendirte? ¿Y si tu día de suerte es mañana?
No confundas el ligue de una noche con el amor de tu vida. Este es el consejo que debe rematar tu noche de pasión. Si empezaste una historia como una aventura, lo más probable es que termine así. ¡No te engañes!
De flor en flor...
Como las laboriosas abejitas viajas de flor en flor en busca del más exquisito néctar...
No te vas a conformar con el sabor de esa primera flor porque... ¡quién te dice que no
hay mieles más sabrosas! ¡Cuidado! Si te lanzas a la vida disoluta y a la pasión sin freno, debes tener en cuenta ciertas precauciones porque... tarde o temprano, los excesos quizá te pasen factura.
No hay un límite de aventuras al año, ni un término medio, ni un período de duración...
No valores comparativamente tu vida sentimental. Cada cual es como es. Y si mientras tus amigas han tenido siempre el mismo novio tú has tenido cinco... ¿qué más da? ¿Qué puedes hacer si cada vez que destapas un hombre descubres que tiene grabado el eslogan "sigue buscando"? No tienes más remedio que seguir tus impulsos y adentrarte con más pasión en esta selva humana hasta toparte, definitivamente, con el hombre de tu vida.
¿Tu vida sentimental está más agitada que un ventilador? Quizá los vaivenes no son producto de determinaciones concretas ni de decisiones premeditadas; son simplemente el resultado de tu curso vital. Sea como sea no te dejes arrinconar.
Tras un fracaso sentimental es habitual sentirse acechada por la desdicha, desengañada y desencantada del amor... Pero, afortunadamente, ¡este no es tu caso!
Has sabido rehacerte y tomar nuevamente las riendas de tu vida. Y, evidentemente, no vas a dejar de lado el amor y la pasión. Que una historia no fragüe no significa que las próximas no puedan resultar satisfactorias, ¿no? Lo tienes claro y vas a por todas.
Nadie tiene derecho a juzgarte. No esperes la aprobación de nadie. Si has apostado por un estilo de vida y un tipo de amor no busques la confirmación en tu entorno. Las decisiones que tomas libremente sólo deben afectarte a ti.
Si en tus investigaciones y en esa incansable búsqueda del hombre perfecto no descartas los escarceos sexuales, recuerda que es completamente imprescindible que tomes precauciones.
Y, sobre todo, ¡cuidado! cuando inicias una relación de descubrimiento amoroso y no estás dispuesta a comprometerte mucho más allá tienes que ser honesta. Tu eventual pareja tiene que saber qué puede esperar de ti.
Confidencias y secretillos
¡Qué complicado es el amor! El corazón nos impulsa sin remedio hacia él. Pero, en realidad, ¿qué sabe este músculo acerca de la teoría del amor? Él nos guía a través de sentimientos e instintos. Pero ¿hay suficiente? Quizá necesites saber algo más. Quizá el amor sea una cuestión puramente sentimental; aunque lo más probable es que una pequeña dosis de racionalidad no nos venga mal.
Las estadísticas confirman que uno de los valores al alza en la mayoría de parejas es la confianza. Él y ella creen el uno en el otro. Comparten su vida, sus ilusiones, sus proyectos... Viven con la frágil certidumbre de que su felicidad es perpetua.
Las confidencias...
Para romper el hielo en el sutil arte del ligoteo, los pajarillos comienzan interesándose falsamente por la obra y milagros del prójimo. Que si estudias; que si trabajas; que si cantas; que si bailas... Pero, el verdadero aliciente es la conquista.
Si surge la chispa y la historia prospera, el interés real nacerá poco a poco. Entonces comienza el tiempo de las confidencias. En el mismo instante en que nuestro corazón intuye que está naciendo el amor se desprenden las ataduras, se deshacen los lazos, se abren puertas y ventanas, nos relajamos... Dejamos que él nos conozca y penetre en nuestra verdadera personalidad.
¡Perfecto! La verdadera unión sentimental nace del conocimiento mutuo, de la confianza y de la comunicación. Pero... ¡cuidado! No abrumes a tu pareja con un montón de información. Intenta dosificarla.
Explicar tus cosillas está bien. Pero ya sabes que la comunicación es algo recíproco. Así que abre las orejas y prepárate para escuchar sus confidencias. Y procura ser tan tolerante con él como le exiges que lo sea contigo.
Y esos secretillos...
Sí, sí... la confianza, la comunicación, la franqueza... Eso está muy bien, pero también tiene sus límites. ¡Quizá sea mejor que ciertos secretillos no vean la luz! Él insiste e insiste: ¿cuántos amantes has tenido? ¿soy yo el mejor?... Lo pregunta incansablemente pero... ¿estás segura de que lo quiere saber?
Si piensas que tus respuestas pueden herirlo o derrumbar su ego, apúntate a la estrategia de la evasiva o, sencillamente, miente. Y ¡tranquila! Estas inocentes mentirillas no te condenaran al fuego eterno.
La lencería... una fina arma de seducción
¡No te lo puedes creer! ¡Parece que esta noche vas a triunfar! ¡Justo hoy que te has vestido precipitadamente con ese conjunto interior tan poco sugerente que te regaló la abuelita para tu santo! Sin duda este chico va a quedar tristemente impresionado cuando debajo de tu imponente vestido aparezca ese conjuntillo de algodón raído.
Pero... ¿quién te iba a decir a ti hoy era noche de fuegos artificiales?
La lencería se ha considerado desde siempre como una de las armas de seducción más eficaces. Los hombres tienen un halago por la lencería fina. O al menos eso es lo que afirma esos conocimientos populares de los que todas hemos aprendido (y que en ocasiones nos ha desviado tanto del auténtico camino de la sabiduría). Y ellas no pueden hacer más que complacernos. Porque, en realidad, la lencería también las seduce a ellas.
Ellas y ellos se rinden al encanto de las más sofisticadas prendas interiores.
Lencería con encanto
Sin duda, nada tiene que ver la ropa que vistes rutinariamente con la ropa que usas para las noches de placer. En el primer caso prima la comodidad; en el segundo, la seducción.
Según el tejido: hay quien afirma rotundamente que el algodón es un auténtico freno para la pasión. Pero no te engañes: el algodón también tiene sus encantos.
Hay quien puede encenderse inmediatamente ante un cándido e inmaculado dos piezas de algodón. El raso y el satín son otros de los materiales más elogiados por su capacidad de seducción. Pero si se tuviera que escoger un tejido universalmente sexy, éste sería en encaje.
Según la forma: tampoco en este sentido hay unanimidad. ¿Cuál es la prenda más sexy? Un cubriente body, un minúsculo tanga, un sujetador sugerente, un liguero sujeto con unas insinuantes medias... los gustos determinan cuál es la ropa con mayor encanto. El abanico es amplísimo: tú sólo tienes que seleccionar, probar y elegir aquello que realmente te favorece.
Según el color: una vez más, elegir el color es cuestión de gustos. El negro y el rojo se han convertido en los dos tonos fetiches de la sensualidad. Pero no existen juicios firmes. Puedes optar por los tonos brillantes que últimamente han invadido las pasarelas (rosas, verdes, azules, lilas, naranjas...) o recurrir a los clásicos (blanco, negro, granate, rojo... ) O, simplemente, puedes reservar un tono para cada día.
Ponérsela y... quitársela
La ropa puede tener su encanto pero, en realidad, la gracia la pones tú. Las puntillas y las bordados multiplican su efecto seductor con una música envolvente y unos movimientos sensuales. Si quieres puedes aprender de las grandes maestras del
striptease, aunque lo mejor es que improvises al ritmo de la música.
¿Cuál es la clave del éxito? Aunque te parezca extraño el éxito radica en la naturalidad.
Seguramente no es algo que hagas a diario (aunque si le coges el gustillo podrás aficionarte peligrosamente) pero obsequiar a tu pareja con un sensual baile mientras te desnudas te llenará de placer. Para obtener resultados espectaculares debes sentirte cómoda y relajada. Déjate llevar por el momento y no se te ocurra pensar en lo que él debe estar pensando. Lo único verdaderamente importante es que la estas pasando divinamente deli.
¿Y para ellos?
Ellos disfrutan mirando, tocando, poniendo y quitando. Pero... ¿dónde está nuestro placer? No te conformes con ser el objeto de deseo de tu pareja. Pídele que participe en este juego de seducción.... ¿sabes que la lencería masculina también se ha renovado? Pónselo fácil: acércale algún catálogo que le muestre lo sugerentes y sexys que están esos muchachos con esas mínimas ropitas. Dile que tu imaginación se desborda cuando piensas en él con esos conjuntillos y pídele que se compre uno inmediatamente. Y si aún no se da por enterado, facilítale el acceso mucho más: cómpralo tú misma y déjaselo sobre la almohada. ¡No se resistirá!
Me gustas mucho tú...
¡No tienes remedio! Giras la vista a la izquierda y... aparece un fantástico adonis de belleza arrebatadora que te cautiva. Tuerces a la derecha y... allí está ese hombretón atlético y seductor que te mira apasionadamente. ¡Vista al frente! Y, ¡no me lo puedo creer!... aparece un soberbio poeta que te conquista con sus versos de amor.
No, ¡no tienes remedio! Eres de las que se dicen enamoradizas. Te encandilan con una suave caída de ojos, una medio sonrisa, una voz aterciopelada... Te impresiona un físico imponente y un intelecto desmesurado. No tienes un criterio único. Y, desde luego, tampoco eres excesivamente selectiva: ¡te gustan todos!
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